"... De pronto le miro y veo algo diferente. Ya no veo a aquel chico tan
seguro de sí mismo que rozaba la prepotencia, ese muchacho hecho para
acechar y matar, frío como un témpano y de mirada distante... De pronto
se me antoja alguien distinto... De repente ya no estamos a años luz, de
pronto sus palabras...
... No sé qué hay bajo esos cabellos plateados... No sé por qué no puedo sacar de mi cabeza aquella conversación, ni aquello que me dijo... ¿Por qué me importa tanto...? "
Viana.
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