martes, 13 de mayo de 2014

El desamor está infravalorado.

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"Lo más grande que te puede suceder es que ames y seas correspondido" dicen.

Nunca acerté a entender esas palabras hasta que estuve realmente enamorada. Hasta que mis huesos, mi piel y mi sangre llevaban el nombre de esa persona. Era como volar sin alas, como volver a nacer. Estaba completa y creía que la pieza encajaba conmigo a la perfección.

Pero no fue amor eterno y se marchó. Ya no era correspondida. Y entonces lo entendí: Fui una gran afortunada. Amé y me amaron por igual, al menos durante unos preciosos años. Pero la debastación fue mayor y me pregunté... ¿Volveré a amar con esa intensidad? ¿Volveré a ser correspondida de la misma forma que esa primera vez?

Nunca supe la respuesta. Y lloré. Lloré su pérdida, la mía y todos esos sueños que ya jamás se harían realidad... Lloré porque estaba marchita... Porque él era ÉL y nadie más podría alcanzarle.

... Pero me equivoqué. Me equivoqué porque el amor es grande, fuerte y maravilloso. Porque se puede volver a amar después de rotos y ser correspondidos incluso teniendo el corazón lleno de cicatrices.

Es más: hay personas que amarán esas cicatrices más de lo que podáis imaginar porque ellas os han llevado hasta el punto en el que os encontrásteis. Porque ellas te hacen humano, vulnerable y precioso. Porque el amor y el desamor han hecho la mezcla perfecta... Sólo que estando rotos y temerosos, vulnerables y tristes... Es difícil ver que aquella persona a la que diste tanto, no era realmente esa persona para ti.

¿Qué hubiera sido de mí si nunca me hubieran roto el corazón?

Quizás nunca hubiera valorado tanto las cosas, ni hubiera entendido todo lo que han hecho por mí después de aquel revés del destino. Fue un trago amargo que cambió mi vida y me enseñó tantas cosas...
Image by: Eltallerdelaeam

El desamor nos enseña a amar sabiamente. Es fácil amar con el corazón entero, sin haber sufrido nunca un desengaño. Es fácil porque no existe el miedo, no hay dolor ni inseguridad. Es la red perfecta en la que caer porque es irrompible, inamovible y única. No hay finales, no hay cierres de capítulos, libros o vidas. Somos fuertes, nos creemos capaces de todo. Nuestro amor es eterno y único. Nuestra ingenuidad nos lleva a pensar protagonistas de un cuento con final feliz.

No hay que empezar de cero. No te sientes solo, no al menos con el corazón hecho cenizas.

En cambio el desamor... El desamor te hace madurar. Te hace comprender que somos frágiles, que tenemos miedo y que hay veces que las cosas se pierden de alguna forma por el camino, sin querer... Sin previo aviso. Aprendes a aceptar y a aceptarte incluso cuando no te gusta como eres debido al dolor. Creces como persona y te vuelves más empático, entiendes más los sentimientos y comienzas a apreciar cualquier gesto de apoyo, venga de quién venga.

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El mundo, que se vuelve un poco más cruel, pero real, hace que escondas las cosas valiosas que hay en ti, para que sólo unos pocos elegidos puedan descubrirlas y disfrutarlas. Sí, te vuelves algo más introvertido, pues aprendes que hay cosas que sólo deben conocer los que realmente lo merecen. Quizás cambias algunas cosas para protegerte del dolor, pero no son cambios reales, sino temporales, para proteger tu corazón. Hay tantísimas cosas positivas en el desamor que no comprendemos hasta que lo hemos vivido y superado...!

Los mejores poemas de amor, hablan de pérdida, dolor y melancolía. Porque el desamor es parte del amor y lo hace maravilloso. Porque te enseña que, si una vez amaste tanto a alguien que no era para ti, imagina cuantísimo amarás a quién realmente lo es. Debemos aprender a aceptar el desamor para amar realmente...

... Pues sólo así, lo habremos dado todo... Piel, huesos, sangre, alma y corazón. Y entonces, sólo entonces, habrá merecido realmente la pena.

4 comentarios:

  1. ....Piel, huesos, sangre, alma y corazón....

    Supongo que es así como debería amarse ¿no?

    Como dices, el desamor tiene su importancia, nos hace ver las cosas de otra forma, más real, menos fantástica. Aunque a veces, cuando sufres muchos golpes te encuentras con que a pesar de levantarte una vez más, lo haces hastiado, cansado y sin ganas de volver a implicarte con el Amor, porque ya le diste muchas oportunidades (demasiadas piensas) y deja de ser justo que seas tú el que siempre da su brazo a torcer o seas tú el que tenga que correr detrás del Amor.

    Entonces simplemente tomas asiento,y esperas.y esperas... y esperas... y esperas... y decides no desesperar...

    Supongo que es cuando tu paciencia (sí, esa que dicen todos que te sobra) se pone a prueba... un examen de resistencia por el que rezas aprobar, no por los demás, sino por ti mismo. Porque si se rompe, todo por lo que has apostado habrías perdido.

    Porque... piel, huesos, sangre, alma y corazón...

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  2. No se trata de esperar. Se trata de aprender. Aprender de uno mismo, saber moldearte como quieres ser y de aceptarte y quererte. Pasamos por ese trance para corregir errores y aceptar hechos. Para madurar, no para esperar la siguiente relación, porque entonces, no lo estás haciendo bien. No todo puede depender de una persona externa que venga a hacerte feliz. Tienes que ser feliz por ti mismo.

    Sin eso, dificilmente podrás empezar una nueva relación en la que dar todo de ti: piel, huesos, sangre, alma y corazón.

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  3. ¿Y quién ha dicho que espere a nadie? ¿o que lo haga por nadie?

    ;-) lo hago por mí mismo, porque nadie lo hará por mì, pretty :p

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    1. No entendí entonces lo de que tomas asiento y esperas sin desesperar >.< Sorry!

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