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Por eso responde a ellas desalentándolas, despertándoles miedos y haciéndolas sentir vulnerables e incapaces. Creen que es así como se debe ser.
Pero es normal. Las personas que lo habitan se comportan como un perro herido: Primero te rehuirán y si intentas acariciarles, acabarán mordiéndote. Sin embargo, tú insiste en tu propósito: al final, si les alimentas de esperanza, se acurrucarán a tu lado para que les des calor, pues al haber abandonado toda ilusión, necesitan de tu alegría y buenos propósitos para salir adelante.
Y esa es la realidad:
El mundo necesita calidez y bondad, dulces palabras y pensamientos positivos.
Esa es la razón por la que estás aquí.
Llénalo de cosas buenas :)
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