miércoles, 18 de abril de 2012

Como no sabían que era imposible, lo hicieron

Reconozco que soy ese tipo de personas que no creen en imposibles. Soy de las que ve el lado bueno del mundo, incluso en los peores momentos. Soy esa persona que cuando a uno le han dicho "no lo conseguirás", se ha acercado y le ha susurrado al oído "que nadie te diga nunca de lo que eres o no eres capaz". No sé si será un defecto más que una virtud, pero a día de hoy he aprendido que nada es imposible. En serio. Nada. Llamadme ingenua, incrédula, ilusa o soñadora... Pero hasta ahora, he conseguido todo lo que me he propuesto, incluso cuando muchos lo han tachado de "díficil", "imposible" o "casi imposible".


Y es que supongo que las trabas de la vida, son sólo las que tú te pones. Obviamente, algunas cosas te costarán más que otras, pero soy de las que piensan que con trabajo duro, perseverancia e ilusión, se puede todo y más allá. El problema radica en los demás: Siempre hay alguien que te dirá que no puedes... Precisamente porque él no pudo. A esos, caso omiso.

Porque el mayor error del ser humano, es darle demasiada importancia a esa masa llamada "sociedad" que está constantemente corrigiendo a todo el mundo, dictando cómo tienen que ser sus vidas y desmotivando al ser humano por ser de carne y hueso. Tú lucha por lo que quieres, persigue tus imposibles... Y hazlos realidad. Que se entere el mundo entero de que, como reza la fotografía, lo imposible sólo tarda un poco más...

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