
... Y sin embargo, la liberación fue tal, que el miedo dejó paso a otras emociones... Esa sensación de calidez y libertad, de rotura de cadenas... Ver como los pies dejan de tocar el suelo y se acercan más a lo que el corazón acalló por tanto tiempo... Te das cuenta de cuánto deseabas hacer eso, dejar fluír libre tus sentimientos y emprender el vuelo para volver a soñar con un amor que no tiene fronteras...
... Y comprendes que el miedo te pone demasiados muros y escudos... Tantos, que a parte de protegerte, también te quitan una visión global de las cosas, una visión donde el paisaje tiene muchos colores distintos y, aunque a veces llueva en ellos, también luce el sol de manera desmedida...
... El amor libre es así, 100% entrega, valor y sueños... Y cuando te rompen el corazón, olvidas todo lo bueno que hubo una vez en esa libertad.... Pones cadenas y grilletes al corazón, a las emociones... Y encierras bajo llave todo aquello que una vez te hizo pensar que el amor podía ser eterno... ... Sólo que el corazón es más listo y cuando menos los esperes, latirá tan fuerte, que te despojará de todo miedo...
... Y al fin comprenderás, que el amor eterno sólo existe para aquellos valientes que se enfrentan a la batalla sin armaduras ni escudos... Sólo ellos mismos con sus huesos, su sangre y su corazón...
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