La clave es la pasión

A lo largo de mi vida he aprendido muchas cosas. He cambiado muchos aspectos e intentado ser siempre mejor persona. Los errores nos ayudan a reconocer que es lo que queremos y lo que no en nuestras vidas y a no volver a repetir un comportamiento no deseado. Pero si algo he aprendido, si algo me han enseñado los errores y la vida en sí, es que cuando me falta pasión en lo que hago, es que algo va mal. Cuando no pones ilusión a cosas cotidianas que haces porque te gustan (leer, escribir, escuchar música, tocar un instrumento...) es que algo dentro de ti está fallando. Cuando no te emociona eso que tanto te gusta, por muy tonto que sea, significa que en tu interior algo te está haciendo infeliz. Y debes encontrar el fallo y subsanarlo, pues si lo dejas estar, te va comiendo por dentro, va ganándote terreno y haciendo de ti una persona que no eres, alguien apático, sin ilusión ni sueños... Pierdes el rumbo y cuanto más dejas que te posea, más lejos estás de encontrar el camino a casa.

Por suerte, ahora en mi vida la pasión me acompaña en cada paso. Me emociono con los textos que escribo, mis canciones favoritas me siguen erizando la piel (y las canto en la ducha a viva voz xD) y devoro los libros con la ilusión de un niño. Me río con ganas y tengo tantos sueños que no caben todos juntos en mi cabeza...

... Y si algún día pierdo el rumbo y me olvido de cómo volver, si algún día la pasión se apaga y me convierto en un espectro de lo que una vez fui... Entonces, volveré a leer este texto y a recordar que, el ser humano sin sueños ni pasiones, es como ese juguete roto que perdió su utilidad... Y recobraré las fuerzas para encontrar de nuevo mi camino...