domingo, 30 de junio de 2013

Never be afraid.

"Cuando la gente tiene miedo no actúa con normalidad. Tenéis que prometerme que nunca tendréis tanto miedo que os impida actuar con normalidad..."
(Brújulas que buscan sonrisas perdidas – Albert Espinosa)

Fue escuchar estas palabras y entender muchas cosas. Sentirme identificada. Comprenderme un poco más.

Siempre me han dado miedo los cambios y la incertidumbre. Me cuesta muchísimo aceptar un giro inesperado, una vuelta de tuerca, aceptar un nuevo camino. Y cada año que pasa, supongo, cuesta más. ¿Por qué? Supongo que por las experiencias vividas: Temes que te hagan daño u a hacerlo a personas que quieres, tienes miedo a sufrir o a equivocarte y no poder rectificar, a no poder superar lo que te llega, a arrepentirte de las decisiones tomadas. Todo te asusta. Y dejas de pensar con claridad.

Es curioso, una vez una gran persona me dijo que sabía que las personas que más ansiedad sentimos con las decisiones y los cambios, son las más conscientes de la vida, las que más aprecian lo que tienen y valoran. Pero también pienso que somos las más temerosas. Porque vivir con miedo significa no vivir al 100% por miedo a lo que venga después. Con miedo, el pensamiento es confuso y difuso. Y yo no quiero esa vida.

He tardado mucho tiempo en darme cuenta de ello, en ser consciente de que muchas veces he tenido miedo y no he sabido reconocerlo hasta que lo tenía sobre mis hombros. Pero ahora, ahora que he pasado por ello, que he vivido, pensado, sufrido, llorado y luego reído, ahora he sabido cómo reconocerlo y quiero ser libre del miedo. Libre de cualquier decisión futura, de cualquier incertidumbre. Quiero vivir mi vida, tal y como siempre he querido: Sin miedo al miedo. 

Como leí una vez en alguna parte "Quien se aflige antes de tiempo, se aflige más de lo necesario". Y no pienso ser yo quién cumpla esa reflexión... Que aún tengo mucho que aprender, muchas personas a las que amar y muchas sonrisas que regalar...

1 comentario: