martes, 11 de junio de 2013

Sonrisas sobre ruedas

Y entre mi lista de cosas favoritas, he sumado (o más bien recalcado, porque ya sabía que me gustaba) una más: Montar en bici. Desde que me la compré la he estado usando de cuando en cuando, pero no ha sido hasta ahora que me he propuesto cogerla un poquito cada día, que he podido darme cuenta de cuánto me divierte pedalear como una cría mientras escucho mi música favorita (pero bajita, que sino no me entero de los sonidos de mi alrededor).

Me siento genial con el viento de cara, con el paisaje de la playa y mi banda sonora particular de fondo. Me encanta no pensar en otra cosa que en la velocidad que llevo y lo bien que se está tras el manillar. Hace que me olvide de todo y que me sienta super bien. Y ahora es cuando entiendo perfectamente a mi amigo Tillocai cuando dice que el deporte es salud y que no pasa un día sin que no haga ejercicio. Cuanto más tiempo pasa, más me doy cuenta de cómo me lo pide el cuerpo y cómo de necesario se me está empezando a hacer.

Incluso en esos días que me despierto con alguna preocupación en la cabeza o con ideas algo tristes, la bicicleta consigue que, cuando subo en ella, no exista nada más. Sólo ella, yo y la música. Es una sensación tan agradable, que casi no se puede explicar... Es necesario probarlo :)

Adiós al sedentarismo. Hola al deporte que más me gusta... Y a soñar en mi transporte de dos ruedas... ^^

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