Winter is coming

Ha llegado el frío y se ha colado poquito a poco en nuestra habitación. Así sin más. Ahora, salir de casa sin una chaqueta se hace imposible y la cama, con su colorido edredón (el cual echábamos a patadas cada noche de verano) se hace el rincón más calentito de la casa, bajo mantas, sábanas y abrazos. La nariz siempre está fría y los piececitos luchan por tener un poquito de calor, ya sea proveniente de una estufa o bien de otra piel a la que no le importe compartir calidez.

Y llegan los días más cortos, las tardes que pierden luz a partir de las 18'00 y las ganas de "peli, manta y palomitas". Llegan las bufandas, los abrigos, los jerseys calentitos y los colacaos a media tarde para combatir ese gélido aire que quiere entrar por la ventana. Aparecen de pronto, las ganas de acurrucarte en casita con una taza de café/té y escribir relatos hasta que se te olvida qué hora es. Nacen más abrazos, más besos, en definitiva, más excusas para compartir las cositas del corazón.

Sí, el verano tiene su aquel, con las tardes interminables de sol y playa, los vestidos fresquitos, los helados italianos y el ventilador encendido 24/7... Pero es que el invierno...

... Ay, el invierno es siempre más íntimo...