jueves, 4 de junio de 2015

Conversaciones a medianoche

Imagen encontrada en: Pinterest
Ayer tuve una gran conversación. Era una de esas conversaciones a corazón abierto, donde te expones al completo, con tus miedos y complejos, transparente y frágil... Tu "yo" al máximo exponencial, sin escudos, armaduras ni protección alguna contra el dolor. Y en uno de esos momentos de reflexión, mirando todo lo que he dejado atrás en mi vida dije:

"Después de tanto tiempo, de tantas decepciones, miedos, fracasos sentimentales y sueños rotos..."
"¿Decepciones? ¿Fracasos? ¿Sueños rotos? No veo que haya habido de eso aún. Me digas lo que me digas y te pongas como te pongas"

Hablaba de lo que nos cuesta creer a los seres humanos después de muchos golpes que lo que nos está pasando es bueno, es real y lo merecemos. Y ahí es dónde quiero llegar, la otra persona me dijo "¿Decepciones? ¿Fracasos? ¿Sueños rotos? No veo que haya habido de eso aún. Me digas lo que me digas y te pongas como te pongas" porque es cierto. NO son decepciones. NO son fracasos. NO son sueños rotos. Y nos empeñamos, cuando estamos inseguros y vulnerables, en sentir que fallamos, que no estuvimos a la altura y que fracasamos.

¿Por qué?

Sabemos (especialmente en materia amorosa) que pusimos toda la carne en el asador, que dimos todo de nosotros, que lo hicimos lo mejor que pudimos. Y aún así pensamos que fracasamos. ¿Por qué?

Image from: I like to quote
Pues supongo que, porque somos humanos. Y desde que somos pequeños, nos señalan el error como algo a evitar, en vez de como algo de lo que aprender. No podemos equivocarnos y, si algo sale mal, automáticamente pensamos que hemos cometido un error garrafal. Y si algo se acaba o lo perdemos, es que algo hicimos mal, seguro.

Error-decepción-fracaso. Todo unido por el mismo hilo.

Pero no es así. No todo es blanco o negro: Hay una gama infinita de grises... "Es tan fácil ver el mundo en blanco y negro. Gris... no sé qué hacer con gris..." ya nos lo decía Garrus en el ME2. Aún habiendo hecho siempre lo correcto y dado todo de nosotros mismos, somos de pensar en extremos, en blancos y negros, pero no siempre es así. No siempre hay una explicación para todo ni todo tiene que ser fruto o efecto de algún error que cometimos en el pasado (o de la suma de ellos). Igual que el habernos equivocado en algún momento no justifica que seamos culpables de lo que nos ocurriera, ya sea que nos dejaran, que perdiéramos una amistad, trabajo o relación importante.

La vida avanza y las cosas ocurren. Hay cambios en muchos ámbitos y cada persona evoluciona de forma distinta. Y eso no es un fracaso. No es una decepción. No es un sueño roto. No es, ni más ni menos, que la vida. Tan bonita y tan complicada a veces. Tan maravillosa y asfixiante a la vez. Tan extraordinaria y difícil.

Image from: Destiny Blue
Pero estamos aquí para aprender, disfrutar y vivir intensamente. No hay nada de eso: ni errores, ni decepciones, ni sueños rotos... Son simplemente, formas de llegar a dónde estás hoy (aunque no sean muy agradables). Y si hoy eres feliz, no fueron fracasos, fueron lecciones de vida que te ayudaron a ser quién eres y a llegar dónde estás. Y si no lo eres por estar en uno de esos trances, piensa que entonces, te toca algo por aprender hasta llegar al objetivo. Cuesta, pero te aseguro que se sale de ello.

Y es que la vida es demasiado bonita para andar con miedo a perder lo bueno que tenemos.
Así que, simplemente, vivámosla intensamente.
Sin miedos.
Sin fallos.
Sin decepciones.

Simplemente, siendo lo que somos... humanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario